Protege el contenido de diversos factores externos que podrían comprometer su calidad, como la humedad, la luz, el oxígeno y los contaminantes.

A menudo se diseña con características de seguridad para evitar la manipulación, la falsificación o el acceso no autorizado. Características como precintos de seguridad, cierres a prueba de niños y etiquetas de autenticación ayudan a garantizar la integridad de los productos y proteger a los pacientes de posibles daños.

Los empaques para el sector de la salud deben cumplir requisitos reglamentarios específicos impuestos por las autoridades sanitarias, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Estas regulaciones rigen aspectos como el etiquetado, la trazabilidad, las instrucciones de dosificación y la información para el paciente para garantizar un uso preciso y minimizar los riesgos.

Los empaques en el sector de la salud también se centran en la comodidad y la facilidad de uso para el paciente. Las instrucciones claras, los diseños fáciles de usar y los mecanismos de dosificación adecuados contribuyen a mejorar el cumplimiento del paciente y la observancia del régimen de medicación.

Este sector tiende cada vez más a soluciones de empaques más sustentables. Esto incluye el uso de materiales reciclados de fuentes renovables, como la fibra a base de manera, y la reducción de los residuos de empaques.

Los empaques para el sector de la atención de la salud incluyen etiquetas e información importantes para informar a los profesionales sanitarios y a los pacientes sobre la composición, la dosis, los efectos secundarios y las instrucciones de uso del producto. Un etiquetado claro y preciso es crucial para la seguridad del paciente y el cumplimiento normativo.