Hoy en día, muchos consumidores son más conscientes del medioambiente, de los precios y de la salud. Estos consumidores se preocupan por el impacto que sus compras tienen en ellos mismos y en el planeta. Los “consumidores conscientes” están impulsando el cambio en todos los sectores, y el sector de los restaurantes de comida para llevar (QSR) no es una excepción.  

Los QSR entienden que, para muchos consumidores, el compromiso con la sostenibilidad no es negociable. Saben que no estar dispuestos a satisfacer la demanda de los consumidores o no ser capaces de hacerlo es un riesgo si no muestran avances hacia una mayor sostenibilidad. Importantes QSR han revelado objetivos ambiciosos, como un objetivo de cero emisiones netas o el compromiso de usar materiales 100 % sostenibles para los empaques para alimentos que llegan al cliente. Incorporar objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en los QSR es cada vez más importante, ya que teniendo estos objetivos, los QSR impulsan la sostenibilidad, la resiliencia y se ganan la confianza del consumidor. 

La transparencia permite que una marca cuente su historia 

El consumidor consciente responde de forma positiva a las marcas que son transparentes. Para los QSR, eso puede significar ser honestos sobre todo lo que les sirven a sus clientes, desde los ingredientes que componen su comida hasta los empaques que se usan.  

Los consumidores quieren saber dónde y cómo se obtienen los ingredientes de los productos alimenticios y los materiales que componen sus empaques. También valoran sentirse seguros al saber que los empaques están libres de productos químicos que pueden ser dañinos. Esto no siempre es fácil de lograr, pero se puede hacer con algunos formatos de empaques. Tomemos como ejemplo los vasos de papel. Los vasos de papel de Graphic Packaging están fabricados con fibras certificadas por la Iniciativa Forestal Sostenible que provienen de árboles, que son un recurso renovable. 

La transparencia al final de la vida útil también es importante. El plástico tiene una alta tasa de acceso, ya que se recolecta mucho para su reciclaje, pero en realidad solo se recupera el 9 % del plástico. La gran mayoría de los plásticos terminan en incineradores y vertederos porque no hay mercados finales maduros que acepten y vuelvan a transformar el plástico que se recuperó en productos nuevos.

Los vasos de papel están diseñados para reciclarlos, incluso con el revestimiento de polietileno (PE). Con los recientes avances tecnológicos en las fábricas de cartón, se puede lograr una alta tasa de recuperación de fibra. Además, se están logrando grandes avances en la industria para mejorar el acceso al reciclaje. Más de 40 fábricas de cartón en toda América del Norte ahora reciclan los vasos de papel. Esto demuestra que tenemos mercados finales sólidos para los vasos recuperados, que podemos convertir en nuevos empaques en cartón y otros productos de papel.

 Ser parte de las historias de sostenibilidad 

Hay un largo camino desde el bosque hasta el mostrador. Los bosques gestionados de forma sostenible apoyan las economías rurales, la biodiversidad y la extracción de dióxido de carbono. Los bosques de Estados Unidos capturan 800 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año, lo que compensa alrededor del 13 % de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en todo Estados Unidos y ayuda a que el futuro de nuestro planeta sea mejor.  

Brinda a los QSR la oportunidad de ayudar a que sus consumidores se conecten con los aspectos positivos de la personalidad de su marca. Los vasos de papel tienen la capacidad única de no sólo contar esta historia, sino mostrarla, creando una sensación de positividad en cada sorbo. Ese tipo de conexión es mucho más profunda que cualquier campaña publicitaria. Complementa la actividad de ESG de los QSR de una forma tangible que los consumidores pueden ver por sí mismos. 

Es importante desarrollar una narrativa de sostenibilidad. Sin embargo, la forma en que se cuenta esa narrativa también es clave. Ya sean de papel o de plástico, los vasos que se le da a cada consumidor son consecuencia de una serie de decisiones intencionadas sobre los empaques. Depende de los QSR asegurarse de que esas decisiones sean positivas. 

Las historias positivas se abren paso 

Esa historia positiva es una en la que los consumidores realmente pueden participar. Este compromiso es muy evidente entre los milenials, el 75 por ciento afirma que cambiaría sus hábitos de compra para reducir su impacto en el medioambiente. Las generaciones más jóvenes opinan lo mismo. El 75 por ciento de los consumidores de la Generación Z cree que al momento de comprar productos, el hecho de que sean más responsables con el medioambiente es más importante que la marca. Si nos referimos al servicio de alimentos, según un estudio de KerryDigest el 58 % de los consumidores en América del Norte están muy influenciados por la sostenibilidad al momento de realizar una compra de alimentos o bebidas en un restaurante. 

Los consumidores sienten que el empaque en cartón o papel es más sostenible y que esos materiales causan menos daño al medioambiente. Entonces, cuando un consumidor que se preocupa por el medioambiente pide una bebida fría en un QSR, si se la sirven en un vaso de papel, el envase se alinea con sus valores y le demuestra que el QSR se preocupa por las mismas cosas que él. Crea un sentimiento positivo en torno a su compra, y ese sentimiento a su vez crea una fuerte lealtad a la marca. 

Personas sanas, planeta sano: tiene sentido 

El ascenso del consumidor consciente presenta una importante oportunidad para que las marcas de QSR se diferencien con menús y empaques que promuevan tanto la salud como la responsabilidad ambiental.  

Los productos que cuentan con atributos sostenibles y socialmente responsables experimentaron un crecimiento promedio del 28 por ciento en los últimos cinco años en comparación con los que no lo hicieron. Para capitalizar esta tendencia, los QSR deben priorizar tanto la salud como la sostenibilidad en sus menús y en todas sus carteras de productos y empaques.  

Estos consumidores quieren que los negocios lo hagan mejor. Quieren que los negocios de QSR demuestren que les importa. Y los vasos de papel y los empaques en cartón son una forma en la que los QSR pueden conectarse de manera significativa con los consumidores que esperan que sus compras de comida rápida vengan acompañadas de una dosis adicional de positividad para ellos mismos y para nuestro planeta.